En una nueva edición del operativo Operación Ágata, efectivos del ejército brasileño tomaron desde este martes calles y avenidas de Foz de Yguazú, estrenando un amplio despliegue de controles en toda la ciudad. 

Soldados se apostaron en puntos estratégicos y realizaron inspecciones a vehículos particulares, motocicletas, transporte público y vehículos de carga pesada. Los controles, que también incluyeron revisión de documentos y equipajes, buscan frenar delitos transnacionales como contrabando, narcotráfico y tráfico ilegal de armas. 

El operativo no se limitó al asfalto: también se registraron patrullajes fluviales y sobrevuelos sobre zonas cercanas al río Yguazú, en coordinación con la policía federal, la aduana (Receita Federal) y otras fuerzas de control. 

Aunque algunos sectores comerciales y los accesos al Puente de la Amistad registraron un tránsito más lento de lo habitual, comerciantes locales valoraron la presencia de las fuerzas de seguridad con la esperanza de que la medida sea disuasiva para quienes se dedican a actividades ilícitas. 

Las autoridades informaron que este tipo de operaciones se mantendrán, especialmente en puntos identificados como vulnerables para el paso de mercancías ilegales, con el objetivo de garantizar mayor seguridad en la zona fronteriza. 

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